sábado, 14 de agosto de 2010

Ángela Gómez: Granada 1878: Una mirada al pasado

Albaicín siglo XIX

Cultura-Granada

Granada 1878: Una mirada al pasado

Carl Curman, un fotógrafo sueco que recorrió Andalucía durante su luna de miel, deja imágenes inéditas de la Granada del siglo XIX, en la que sus calles nada tienen que ver con las de hoy. Una agencia de Suecia ha recuperado sus instantáneas y ha publicado 30 en la red social Flickr.

14.08.10 - 01:46 - ÁNGELA GÓMEZ

Además de la Alhambra y otros enclaves granadinos, Curman retrató a gitanas y campesinos.No fueron pocos los escritores y artistas plásticos que quisieron pisar las tierras andaluzas tras la eclosión del movimiento romántico en el siglo XIX. Hastiados de la vida burguesa, de la linealidad de las ciudades occidentales, buscaban la esencia diferente que desprendía el reinado andalusí, salpicado de un patrimonio arquitectónico que dejaba -y deja- bien patente la confluencia de culturas que han ido ocupando progresivamente o, drásticamente, la región. Un escenario para los sueños, único e inigualable, al que se sube el arte de su gente; en el que florecen las manos agrietadas por el trabajo de sol a sol de un campesino; o, en el que deslumbraba la mirada oscura de una niña que agitaba los volantes de su falda y a la que le acompañaba el punteo de una guitarra española con la voz desgarradora de un gitano.




Quizá sea uno de estos rasgos -ya tópicos- de Andalucía, los que sedujeron a Carl Curman (1833-1913), un fotógrafo sueco del siglo XIX que eligió el sur de la península para celebrar, junto con Calla Lundstrom, su luna de miel. En su viaje, en 1878, hizo una parada por Granada, paseando por el plano irregular de la ciudad de los Reyes Católicos, cruzando el río Darro por los puentes que la herencia románica nos dejó, y sentándose a contemplar, desde algún punto del Albaicín, a la reina de Granada, apostada en el monte de la Al- Sabika: la Alhambra.

Curman, como fotógrafo aficionado, disparó el obturador de su cámara y recogió el paisaje y los lugares que se iban descubriendo ante sus ojos. Hoy, 132 años más tarde, tenemos la oportunidad de ver aquello que dilataron sus pupilas, y dibujar, con el dedo índice, los cambios que ha ido experimentando nuestra ciudad. Son fotografías inéditas de la Granada de finales del siglo XIX que han salido a la luz gracias a una agencia gubernamental sueca dedicada a la recopilación de material histórico, la Sweedish National Heritage. La organización ha recuperado 90 fotografías, y 30 de las cuales han sido publicadas en la red social de fotografía Flickr. El pasado de Granada está en la red y nos brinda la oportunidad de comparar los rincones de la ciudad nazarí por los que ahora paseamos y descubrir que poco se parecen a lo que fueron hace un siglo.

Las vistas cambian, y mucho. Parece que la única impasible al tiempo es la Alhambra cuya fortaleza lucha por aguantar por los siglos de los siglos. En el interior del complejo palaciego, Carl tuvo algo más de suerte que muchos granadinos en estos últimos tres años: poder contemplar las doce fieras que magnifican el Patio de los Leones; y visitar, seguramente, zonas que se encuentran cerradas, actualmente, al visitante. Por el contrario, el resto de los enclaves emblemáticos de la ciudad han sufrido una metamorfosis estructural.


Es como si el tiempo, aliado con el avance de la revolución industrial, hubiese borrado, tímidamente, la tierrecilla del Paseo de los Tristes que ensuciaba el calzado de los aguadores que acudían a las fuentes; desdibujado los cimientos de piedra para colorearlos con el gris del hierro urbano. El Sacromonte y los barrios altos del Albaicín, tampoco son lo que eran. En aquel 1878, un espeso manto de vegetación cubría las laderas de las inmediaciones de la Iglesia de San Nicolás o la de San Salvador; ahora, las enredaderas son eléctricas y siluetean las fachadas de las nuevas edificaciones.

Estas fotografías nos revelan los retazos de lo que un día fue la apariencia de nuestra ciudad y, también, de las costumbres de su gente. Actualmente tampoco es fácil cruzarse por la calle con individuos que vuelvan del fatigante trabajo del campo, con una burra cargada de alforjas a cinco minutos escasos de Plaza Nueva, o ver a señores enchaquetados con un sombrero de copa que demostraba su nivel social.

Carl, insconscientemente, ha regalado a Granada una pieza más que, visualmente, va formando el puzzle del pasado de la ciudad nazarí.


http://www.elpais.com/articulo/internacional/Dr/Curman/fotografo/sueco/Andalucia/XIX/elpten/20100812elpepuint_10/Tes

El Dr. Curman, un fotógrafo sueco por la Andalucía del XIX


El médico sueco recorrió Andalucía en 1878, durante su luna miel, fotografiando desde paisajes a campesinos y gitanas

MOKHTAR ATITAR - Madrid - 12/08/2010

Vota Resultado 68 votos Carl Curman (1833-1913) era el típico fotógrafo aficionado del siglo XIX. Médico de carrera , tenía una mente científica, como muchos de los primeros fotógrafos. Mostró inquietud por el arte , y era graduado en escultura por la escuela de arte de Estocolmo, aunque jamás llegara a destacar con el cincel. Y sobre todo el Dr. Curman pertenecía a una clase media alta que podía permitirse tener una cámara y revelar sus propias placas.

El médico contrajo matrimonio con Calla Lundström cuando contaba con 43 años. Ella era una joven viuda de 26 años hija de un pudiente industrial. En 1878, siguiendo la tradición de la clase adinerada de la época, los recién casados eligieron para su luna de miel un destino que coleaba aún en el ideario del romanticismo: España.

"Carl tomó fotografías durante su viaje, muchas de ellas en la Alhambra", cuenta Anna Boman, responsable del archivo Curman en la Swedish National Heritage , una agencia gubernamental sueca dedicada a la recopilación de material histórico. La institución ha publicado en la red social de fotografía Flickr parte de su legado fotográfico, incluidas las fotos que hizo en 1878. De ese viaje cuenta con 90 copias originales, de las cuales 30 ya han sido subidas a la red social, sin restricciones de derechos de autor. La mayoría de ellas fueron hechas con la técnica de la cianotipia, que no necesitaba de un cuarto oscuro para revelar.

"Hemos tenido la suerte de, a través de la ayuda de los usuarios de Flickr, poder identificar muchos pueblos y edificios de los cuales desconocíamos el nombre", asegura Boman. "Es muy útil para nosotros publicar fotos en Flickr para mejorar la información sobre ellas", insiste la responsable del archivo.

Además de paisajes y edificios como la Alahambra o el Puente Nuevo de Ronda, Curman tomó retratos de españoles de la época, muchos de ellos campesinos o de gitanas. También inmortalizó a su mujer vestida a la española, con mantilla y blandiendo un abanico.

Los paisajes abundan en las imágenes de este fotógrafo aficionado; pero también retrató a personas de su entorno, en la quietud necesaria para las largas exposiciones que exigía el material fotosensible de la época. El único referente que tenían estos primeros fotógrafos del XIX era los pintores, y en la fotografía de Curman se ve ese tratamiento pictórico de la composición. Su trabajo como especialista en tratamientos con aguas medicinales, le llevó a recorrer gran parte de la región escandinava, con su cámara como acompañante. También en España dedicó parte de su viaje de novios a investigar sobre el uso terapéutico del agua en España.

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http://www.flickr.com/photos/nhura/4826173861/in/pool-tumejorfotodegranada

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