domingo, 22 de agosto de 2010

Afloran muros del gran albercón prenazarí del Alcázar Genil en las obras del metro de Granada


Afloran muros del gran albercón prenazarí del Alcázar Genil en las obras del metro de Granada


21/8/10 .- http://www.ideal.es

Los trabajos no se han paralizado ya que, según la empresa, no hay orden por parte de Cultura y los restos «no parecen de gran calado»

Los trabajos de excavación para el túnel del metro de Granada, entre el cruce del Camino de Ronda con la carretera de Armilla y el cauce del Genil, se han encontrado con los restos de un muro. Los arqueólogos consideran que se trata de parte de los albercones que se extendían frente al palacete y las torres del Alcázar Genil, una construcción prenazarí del siglo XII. A pesar de la aparente importancia del hallazgo, las obras continúan en este punto.

El director del metropolitano, Francisco Ruiz Dávila, asegura a IDEAL que "estamos a la espera de que la Delegación de Cultura nos diga qué se ha de hacer con esos restos, ya sea estudiarlos más, protegerlos o lo que los técnicos estimen oportuno". Ruiz Dávila considera, de momento, que los restos no tienen que sufrir daños y las obras pueden seguir, "como ya hicimos con los que aparecieron en Fuentenueva".

De hecho, los trabajos en el túnel continuaban ayer, aunque las tareas, junto al muro, están paradas. Toda la información sobre este hallazgo la pueden encontrar en la edición impresa de IDEAL.


El hallazgo de una alberca desvela cómo se financió La Madraza.

http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/461/

18/7/05 .- Granada Hoy (13-julio-2005). Jorge Muñoz

¿Cómo logró Yusuf I levantar en tan pocos años obras tan emblemáticas como la Alhambra, el Alcázar del Genil, el Palacio de la Madraza, la Alhóndiga de Granada o el Palacio de la Alcazaba de Málaga? ¿De dónde procedían los fondos para construir unos edificios tan costosos? ¿Qué falicitó entonces el vertiginoso ritmo de las obras?

Éstas y otras preguntas formuladas durante años por los estudiosos del arte islámi-co pueden encontrar ahora una respuesta más certera gracias a un hallazgo arqueológico de gran importancia. Un equipo de la Universidad de Granada, coordinado por el catedrático de Historia Medieval Antonio Malpica, descubrió el pasado mes de abril en las inmediaciones de la muralla nazarí de Granada una alberca que en su época se destinó para regar una amplia zona agrícola en la que se pensaba que habían construcciones urbanas. Aunque a priori podía parecer un hallazgo de menor relevancia, posteriores investigaciones de-mostraron que ésta se había construido en el siglo XIV, durante el reinado de Yusuf I (1333-1354), uno de los grandes constructores de la Alhambra.

Pero había algo más que los investigadores descubrieron al cruzar la documentación y encajar en el puzzle de datos la función de la alberca: los huertos que recibieron el agua pertenecían al propio Yusuf I, que destinó el dinero obtenido de la comercialización de los cultivos, entre otras cosas, para la construcción y mantenimiento de la Madraza de Granada. Esto se desprendía de unos documentos cristianos en los que se reseñaban que los terrenos de las huertas pertenecieron al rey nazarí. Antonio Malpica asegura que se trata de un descubrimiento muy revelador: “Pone de manifiesto cómo una parte de la ciudad se ocupa agrícolamente y no urbanísticamente, la muralla nazarí se crea no sólo para cerrar casas, sino que la llevan más allá para organizar un gran espacio de cultivo y regadío”, explica el catedrático de Historia Medieval.

De este modo, Yusuf I organizó un sistema de financiación propio que le permitió construir numerosos edificios sin necesidad de tocar los fondos procedentes de los impuestos. “Consigue fundamentalmente dos cosas: que la obra pública que él genera no sea penosa económicamente para el Estado, y que al ser tierra arrendada, los productos que se cultiven en ella sean destinados al comercio, una actividad muy importante en el mundo nazarí que se vio reforzada por la propia iniciativa del rey”, aclara Malpica.

Los investigadores hallaron la alberca durante los trabajos de excavación que se realizaron en abril y mayo en la muralla nazarí de Granada, donde un proyecto el arquitecto Javier Gallego Roca pretende realizar una recuperación paisajística y patrimonial en torno a la muralla. Los arqueólogos sabían que la zona estaba dentro del trazado de la Acequia de Aynadamar pero no contaban con un hallazgo de este calibre. “Sabíamos que por allí pasaban acequias y que había un receptáculo de agua pero no sabíamos ni la época ni su relación con la muralla. Nunca sabíamos explicar porqué había un espacio tan vacío ahí, dentro de la muralla”, relata Malpica.

El proceso de excavación en la muralla también ha aportado datos complementarios de gran interés. Por ejemplo, de muralla hacia adentro hay restos de construcciones nazaríes, y de muralla para afuera otros que corresponden a edificios cristianos, como el convento de San Antonio. En este re-cinto también se han documentado una serie de albercas distintas, ya que al llegar los cristianos el control del agua ya no está sometido a la misma rigidez, se vende y se compra, lo que prolifera la aparición de estos receptáculos.

Pero la historia de la alberca de Yusuf I está llena de todo tipo de vicisitudes. A partir del siglo XVI comenzó a ser cubierta por diversos materiales, lo que justifica que se hallan encontrado en su interior monedas del siglo XVII. Antonio Malpica afirma que en la década de los ochenta la alberca era completamente visitable pero que volvió a rellenarse de nuevo con materiales de construcción procedentes de una urbanización cercana.

Los trabajos de excavación realizados en primavera, en los que ha participado un equipo de diez personas, no han permitido finalmente recuperarla en su totalidad, aunque sí en un porcentaje muy sustancial para posteriores investigaciones. Los arqueólogos han en-contrado en su interior una secuencia de restos cerámicos data-dos en una horquilla de tiempo que comprende desde la época nazarí hasta la edad moderna.

El proyecto que está desarrollando ahora el arquitecto granadino Javier Gallego Roca para la Fundación Albaycín permitirá recuperar todo el entorno de la muralla nazarí con especies vegetales y zonas de huertas como originalmente la dispusieron los nazaríes.

En este recinto también estará la alberca, un testigo de piedra que un día contribuyó al esplendor del reino de Granada con una aportación tan modesta como indispensable: el agua.

El hallazgo de una alberca desvela cómo se financió La Madraza.

Los investigadores creen que los nazaríes no ampliaron la muralla para construir más barrios, sino para ganar terreno destinado al comercio agrícola

INVESTIGACIÓN

ORÍGENES

Los arqueólogos realizaban trabajos de excavación en la muralla nazarí y al encontrar la alberca proceden a limpiar el terreno para delimitar su superficie. La alberca tiene 14 metros de ancho por 14 de largo y una profundidad de tres metros.

OTROS DATOS

La alberca está protegida por muros y contrafuertes en la mitad de su estructura. Al excavar para documentarla, los datos revelan que fue levantada en época nazarí.

DOCUMENTACIÓN

La zona donde se ubicaban las huertas pertenecía a la Madraza, que pasa posteriormente a los propios del Consejo de Granada. En la documentación cristiana queda constancia de esta titularidad.

APORTACIÓN

Los investigadores no encontraban respuesta a que en la zona amurallada se encontrara

un espacio tan grande vacío, lo que les lleva a pensar que la expansión de la ciudad fue para ganar terreno agrícola.

EXCAVACIÓN. Los técnicos descubren parte de la alberca.

EL AGUA

¿Cómo puede asegurar un investigador que una obra se financió de tal manera sólo por encontrar una alberca? Antonio Malpica, catedrático de Historia Medieval explica que en la investigación ha sido determinante un proyecto de I+D llamado La ciudad nazarí y su territorio, que está financiado con fondos FEDER y que permite cruzar la información recabada con eficacia e inmediatez. “Hay un técnico de documentación para recoger información gráfica y eso genera una dinámica de trabajo”, explica el catedrático. Los arqueólogos pudieron documentar la fecha de la alberca gracias al análisis de construcción de los contrafuertes y muros que la protegían. Posteriormente comprobaron el itinerario del curso del agua y se documentaron sobre la propiedad de los terrenos de las huertas que irrigaba. Los propios documentos cristianos apuntaban a la titularidad de la Madraza de Granada.

¿Cómo se relacionan ambas cosas en la investigación?

Los árabes fueron maestros de la ingeniería hidráulica pero también fueron extraordinariamente meticulosos en los derechos de reparto del agua. Ni siquiera Yusuf I podía alterar estos turnos que se distribuían por tandas y horas entre los propietarios. Malpica aclara que la alberca encontrada ahora era tan grande para no interferir el sistema de reparto ya existente y que el agua utilizada para el riego de las huertas era la que le correspondería a Yusuf I para abastecer las huertas reales del Alcázar, en la Dalahorra. “Al haber turnos para regar, tienen que construir una alberca grande donde almacena el agua aprovechando sus turnos. Es un sistema parecido al que se utiliza en la zona del Realejo por los reyes nazaríes y puede haber un corre-lato entre la construcción de la Alhambra y la construcción de la ciudad”, explica el catedrático.

Precisamente éste es uno de los aspectos más interesantes que se han desprendido de las investigaciones ya que los expertos creen que la expansión de la ciudad en aquella época no se debió a la necesidad de crear nuevos barrios para la población, sino que se trata de un proceso de captación del mundo agrícola por parte de los reyes.

Ni siquiera el rey podía alterar los turnos de regadío

INCÓGNITA

“Sabíamos que por allí pasaban acequias pero desconocíamos su época y su relación con la muralla”

DOCUMENTACIÓN

La idea se vio reforzada al comprobar que en documentos cristianos aparecía detallada la titularidad de las huertas

TRABAJOS. Un equipo de diez personas trabajaron desde abril hasta mayo en la muralla.

ARQUEOLOGÍA

EXCAVACIONES EN LA MURALLA NAZARÍ

Construcción. Un equipo de investigadores ha datado una alberca en la muralla nazarí que demuestra que Yusuf I creó un mecanismo de financiación a través de la agricultura para realizar las grandes construcciones de la ciudad.

Valoración. El catedrático de Historia Medieval Antonio Malpica asegura que es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes que se han documentado en los últimos años sobre el urbanismo en Granada.

LA MURALLA NAZARÍ

Un proyecto para recuperar el espacio de la muralla

En el origen de este descubrimiento se encuentra un ambicioso plan que no sólo permitirá recuperar una nueva vía de acceso al Albaycín a través de la Puerta de San Lorenzo, sino que transformará globalmente el aspecto de la Carretera de Murcia con un nuevo paseo panorámico. La Fundación Albaycín ha impulsado un plan de recuperación para la zona de la muralla nazarí que está desarrollando el arquitecto granadino Javier Gallego Roca. Se trata de un ambicioso proyecto que supo-ne la recuperación simultánea de patrimonio histórico y espacio físico para el ciudadano.

Para una primera fase la Fundación ya cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, aunque el arquitecto trabajo en una propuesta global que obligaría a las instituciones a buscar más inversión para el futuro. El proyecto plantea la transformación del entorno de la muralla en un jardín huerto arqueológico, con zonas de parterres y especies utilizadas originariamente por los nazaríes. El departamento de Botánica de la Universidad de Granada ha realizado un estudio específico para este proyecto, ya que la idea de Gallego Roca es que el paseo cambie de color y aspecto en cada estación del año.

Para cumplir con este propósito se mantendrían en el recinto algunas de las plantas actuales, se eliminarían otras y se introducirían otras nuevas. De momento, los arqueólogos han analizado parte de la muralla y la Puerta de San Lorenzo, una de las entradas tradicionales al Albaycín en la época nazarí, y que ahora volverá a ser utilizada como vía de acceso al barrio gracias al proyecto de la Fundación Albaycín.

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